domingo, 18 de agosto de 2019

La verbena


La verbena
Se detuvo frente al espejo para dar una última mirada. Le gustó lo que se reflejó en él.  Era la fiesta patronal del pueblo y habían anunciado a bombo y platillo la verbena de esa noche. El grupo “Recuerdos”, tenía un repertorio de esas canciones, que después de tocar la fama, se quedan ahí para siempre.
Ahora, a punto de salir de casa estaba nervioso. Allí estaría ella. Hacía tiempo que la veía por las calles del pueblo y esa noche tendría la ocasión de sacarla a bailar y conocerla; seguro  que en breve la perdería de vista…los atardeceres de agosto corrían a toda velocidad y los veraneantes  pronto dejarían las calles vacías.
Mientras subía la cuesta escuchó los primeros acordes,  Apresuró el paso, debía encontrarla antes de que alguien se le adelantara. La vio enseguida; rodeada de sus amigas reía despreocupadamente .Sus pies danzaban quedamente  como si tuvieran vida propia,  al son de la música y de repente se paraban, en un intento vano de su dueña  por controlarlos.
Le pareció preciosa más preciosa que nunca.  El cabello recogido en la nuca, dejaba al descubierto su esbelto cuello y la armonía de sus facciones. Su vestido blanco,  ajustado en el talle,  resaltaba el moreno de su piel y su silueta, que lucía grácil, recortada  en la  tenue  penumbra de la noche. Se acercó y sus miradas se detuvieron, el uno en el otro. Un ligero rubor acudió a las mejillas de Alice. También se había fijado en él cuando se cruzaban por las calles o en la cafetería del pueblo…o cuando bajaban a la playa. Le gustaba.
Cuando la sacó a bailar, todo se detuvo. Las notas románticas  se elevaban en la noche y allí pegados, se replegaban cada uno en el espacio del otro, sin importarles nada más  Se sucedían las canciones que envolvían el aire en dulces promesas.
Tomaron copas, rieron, charlaron, compartieron con amigos. La plaza lucía radiante; los farolillos de múltiples colores le daban un aire festivo y se bamboleaban con la brisa de la madrugada. La música invadía cada rincón. El punto final lo pusieron los fuegos artificiales. Después se perdieron en la noche, camino de la playa…
Cuando la enfermera que le ayudaba a cuidarlo entro en la pequeña biblioteca, Alice estaba apagando el equipo. Hacía rato que el CD del grupo “Recuerdos” se había detenido. Después de escuchar la última canción, sus miradas se detuvieron, el uno en el otro, como aquella lejana noche de la verbena. Por un momento los ojos de Alex cobraron vida…Alice estás tan guapa como aquella noche, le dijo…
La música había obrado el milagro y por un momento se abrió una rendija en la telaraña que bloqueaba sus recuerdos; después, la densa   bruma del alzheimer envolvió su mirada de nuevo,  que quedo fija en un punto inalcanzable de la estancia…
No importa se dijo Alice…me basta con eso, todos los días nos encontraremos en ese punto donde solo la música puede llevarnos.


13 comentarios:

  1. Solo la lucidez de un recuerdo, lo devuelve por un instante,a la vida. Que bonita historia de amor salida de una de esas verbenas tan populares estas fechas.

    Gracias por participar.

    Bss.

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  2. Muy bonito relato, aunque muy triste pero esperanzador.
    Bienvenida al grupo.
    Un abrazo

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  3. Un bonito relato, Lola, tambien algo triste. La musica como bálsamo de recuerdos.
    Me alegra que continúes en los jueves.

    Un beset.

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  4. Una bonita historia de amor con un final agridulce, un placer leerte.

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  5. Precioso. Perder los recuerdos por esta cruel enfermedad es duro, pero tener a alguien recordándote lo que fuiste siempre es una gota de ilusión.
    Un beso Lola

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  6. Una historia que duele tanto como emociona. Bien retratada la forma en que vale rescatar un buen recuerdo. Un abrazo

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  7. Un relato muy entrañables y doloroso a la vez. Buena idea comenzar con el flashback.
    Un besazo

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  8. Una historia maravillosa, dulce, llena de sentimientos. Me encanta , Mdolores.

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  9. Me gusta el relato, yo viví de cerca esta enfermedad y se lo dirá que es, tu has hecho poesia

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  10. Me gusta el relato, yo viví de cerca esta enfermedad y se lo dirá que es, tu has hecho poesia

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